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Trucos para echar a un inquilino que no paga

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Cuando se tiene a un inquilino que no paga, se convierte en una situación muy estresante para el propietario. Hoy en día, existen varios trucos y pasos que son legales y te pueden ayudar con esta situación. Hay que conocerlos muy bien para tener claro qué estrategia seguir y qué es lo adecuado para tu vivienda. Te lo contamos hoy en el Blog de MV Aseguradores los trucos para echar a un inquilino que no paga.

 

Importancia de conocer tus derechos como propietario

Tener un inquilino moroso es un problema para cualquier dueño de un inmueble. Esto afecta la estabilidad financiera del arrendador, también el generar un estrés innecesario con todo ello.

Saber cuáles son tus derechos como propietario es clave en estas circunstancias. Para esto, hace falta estar muy bien informado con el objetivo de tomar las medidas correctas en cada momento. Además, eso hará que evites cualquier tipo de abuso por parte del inquilino, por lo que como siempre, la información es poder.

Trucos para echar a un inquilino que no paga

Como en cualquier otra circunstancia, existen algunos trucos para echar al inquilino que no paga. Es bueno que los conozcas en caso de que te sean necesarios aplicar en un momento determinado.

Comunicación inicial

Lo primero será tener una buena comunicación con el inquilino con el objetivo de resolver los problemas y la situación. Este paso te va a ayudar a evitar gastos extra innecesarios.

Lo ideal es poder afrontar el tema de manera respetuosa y profesional para saber cuál es el motivo del retraso en el pago. En caso de que no haya un resultado concreto, entonces el siguiente paso será una notificación a través de un burofax. Este documento es una prueba para ti de que el inquilino está informado de la deuda que tiene en ese momento. En ese documento es importante detallar las cantidades que se deben.

Intento de acuerdo amistoso

Antes de proceder legalmente, lo mejor es intentar un acuerdo amistoso. Se pueden negociar las condiciones así como los plazos para el pago y que existan pagos parciales. Es importante aquí documentar cuál es el acuerdo al que se llega para que quede claro para ambas partes. Eso demuestra la buena fe del propietario en querer solucionar la situación.

Presentación de una demanda

Si tras todo esto no se tiene éxito, entonces el siguiente paso es hacer una demanda por impago.

Esta demanda hay que hacerla en el juzgado que corresponda. Para ello, hará falta llevar todas las pruebas que se tengan de que el inquilino no ha cumplido con el contrato. Por ejemplo, se podría llevar el burofax, los registros de impago, el contrato de alquiler, etc. Es bueno también contar con asesoramiento legal experto e ir más respaldados.

Proceso judicial

Una vez que se presenta la demanda, es cuando viene entonces el proceso judicial para desahuciar al inquilino.

Aquí, el inquilino, tiene la opción de pagar la deuda o de oponerse a la demanda. En caso de que se oponga se va a celebrar el juicio. Es el juez el que evalúa la situación y dicta una sentencia. Si esta sentencia es en favor al propietario, entonces se emite la orden de desahucio.

Acciones a evitar

Es normal que durante este proceso aparezcan muchas dudas sobre qué hacer y cómo afrontar el día a día. De lo que se trata es de mantener la calma y de evitar hacer acciones que podrían llevar a situaciones aún peores.

Medidas ilegales

No intentes tomar medidas que sean ilegales para desalojar al inquilino porque esto podría traerte graves problemas, entre ellas:

  • Cambiar la cerradura sin autorización es algo ilegal.
  • Lo mismo sucede con cortar los suministros básicos, ya que es una violación grave a los derechos propios del inquilino.
  • Y por supuesto, el uso de violencia o coacción es algo que podría llevar incluso cargos penales.

Prevención del impago

Para no llegar a este punto, se pueden adoptar distintas acciones con el fin de evitar los impagos del inquilino.

Selección cuidadosa de inquilinos

De las mejores estrategias que puedes aplicar es la de elegir adecuadamente a tu inquilino.

El verificar sus antecedentes, referencias laborales y personales te puede ayudar a hacerte una idea de su solvencia económica. También puedes hacer uso de los ficheros de morosos en donde obtener información sobre problemas que haya tenido en el pasado.

Contratación de seguros de impago

Otra alternativa a todo esto es el contratar el mejor seguro de impago de alquiler. Estos seguros cubren las rentas que no son pagadas por los inquilinos cuando se retrasan o no pagan. Hay algunas aseguradoras que incluyen en su seguro asesoramiento jurídico, entre otros. Es normal que las coberturas varíen de una aseguradora a otra, pero sin duda resultan una tranquilidad para el arrendador.

Recursos y herramientas útiles

Existen algunas herramientas y recursos que te pueden resultar de gran utilidad en tu día a día.

Asesoría legal

Tener un abogado que sea especialista en esta materia te puede ayudar a manejar correctamente todas las situaciones de impago. Este abogado te dará orientación sobre los pasos a seguir para que se cumplan con los requisitos y se llegue al desahucio si hace falta.

Otros servicios buenos que se ofrecen son los de mediación y arbitraje, que pueden ser muy útiles para resolver cualquier tipo de conflicto de forma amistosa.

Documentación necesaria

Para poder hacer todo este proceso, hace falta que tengas toda la documentación en orden.

Esto incluye el contrato de alquiler, así como todos los registros de pago. También ten contigo todas las comunicaciones que has intentado hacer con el inquilino. Ya sean los burofaxes o cualquier tipo de notificación acerca de la deuda.

Toda esa documentación será crucial para presentar la demanda correctamente. Por lo que lo ideal es que tengas organizada toda esta información para que sea mucho más fácil el proceso.

Conclusión

Ahora que conoces un poco más, es bueno que sepas cómo gestionar estos trucos para prevenir el impago.

Resumen de pasos clave

Es importante que sigas los pasos adecuados para lograr el pago del alquiler. Lo primero, una comunicación inicial con el inquilino y un envío de burofax. Si no se llega a un acuerdo amistoso, entonces sí pasar a la presentación de una demanda.

Consejos finales

Mantener una comunicación efectiva con el inquilino y documentar todas las interacciones puede prevenir malentendidos y facilitar soluciones amistosas. Además, considerar medidas preventivas, como la verificación de antecedentes y la contratación de seguros de impago, puede proteger a los propietarios de problemas similares en futuros alquileres.

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